martes, 20 de enero de 2015

La Compasión


Aunque no es un tema directamente relacionado con el Feng Shui si lo es con la Arquitectura y por lo tanto también con él. Quiero hablar de una de las características que parece que estamos perdiendo los Arquitectos actualmente, la compasión.
Se ven obras cada vez más espectaculares, sin embargo la sociedad cada vez está más deprimida y desorientada. Hago mi reflexión y apunto a la parte de responsabilidad de mi profesión en ello. El Feng Shui ayuda a acercarse a las personas desde otra perspectiva y tal vez a entender su estado.  es una forma de lograr esa empatía y compasión.
 
COMPASIÓN

Defino la Arquitectura como el Arte de dar cobijo a las necesidades físicas, funcionales, emocionales y trascendentes del Hombre.

Una de las cualidades más importantes que debe tener un Arquitecto para poder atender esas necesidades es la compasión.

La compasión es la capacidad de padecer y compartir con otro su estado emocional, es entender ese estado y ser capaz de sentir su vivencia. Es una empatía que va más allá del comprender, sino que abarca la percepción real y física de ese estado emocional y de las sensaciones que el entorno produce y como le afecta. Es también la simpatía o la solidaridad emocional que se produce entre personas que conectan y se comunican sinceramente.

Si el Arquitecto carece de esta capacidad será difícil que comprenda la necesidad de dar cobijo a las emociones de los otros y podrá diseñar hermoso espacios, pero faltos de esa emoción necesaria.

Pero además, la complejidad reside en que los espacios no son exclusivos para un individuo, aunque algunos sean más específicos para determinadas personas, sino que deben comunicar con todos aquellos que los habiten y los utilicen. Es decir que no se trata de una respuesta a la emoción de alguien en un determinado momento, sino que deben dar respuesta a la emoción de todo aquél que se acerque a ellos. O mejor dicho, deben intentar emocionar a todo aquél que los encuentre en su camino.

Pero también hay una parte física en el concepto de la compasión. El dolor, el sufrimiento físico que es el que produce en ocasiones ese dolor emocional, también debe ser objeto de la preocupación del Arquitecto al diseñar. Aceptar las limitaciones físicas y cognitivas de los demás y responder compasivamente a ellas permite encontrar soluciones que facilitan la vida en esos espacios, su movilidad, su percepción, el disfrute de su belleza y sus emociones,... Facilitar el uso y la habitabilidad es la tarea del arquitecto para mejorar la vida de todos los moradores de sus obras. Eso es compasivo y es necesario. La funcionalidad de la Arquitectura es el estudio de esas necesidades y su respuesta mediante el diseño y es también otra forma en la que se expresa la compasión. No solo se debe dar respuesta a un programa de necesidades funcionales, sino que hay que hacerlo desde la compasión.

La compasión no es condescendencia sino comprensión y servicio, y esa es la labor del Arquitecto, servir a los demás en esa tarea de dar forma al cobijo de la vida.

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