domingo, 15 de marzo de 2015

Los cinco elementos (continuación)

Hay cinco tipos de energías o 5 ELEMENTOS:

Fuego: Expansivo, radiante, se extiende hacia afuera, caliente, fama y emoción
Tierra: Centrípeto, acumula, reune, representa, conserva
Metal: Espiral hacia el interior, enfoca y dirige hacia un objetivo, concentración, éxito profesional
Agua: Fluir descendiendo, liberal, sabio, amor, éxito académico, romance
Madera: Crece hacia arriba con esfuerzo, siempre avanzando, ambición


Estos cinco elementos se relacionan entre sí en un ciclo en el que cada uno de ellos, según el orden en el que se han descrito, crea y alimenta al siguiente, se llama el ciclo creador. Por tanto, si invertimos el ciclo, cada elemento debilita y consume a su predecesor, según ese orden.

Además se produce una relación de control entre esos elementos, puesto que cada uno de ellos controla a otro. El Fuego controla al Metal (en la metáfora se puede pensar que lo funde), el Metal controla a la Madera,(como si la cortara), la Madera controla a la Tierra (sujetándola entre sus raíces).
  
Igualmente la tierra controla al Agua (conteniéndola en un pozo) y el Agua controla al Fuego (apagándolo).

Ciclo creador: cada energía crea la siguiente y la alimenta:


Ciclo debilitador: Cada energía se genera y alimenta de la anterior, debilitándola:



Ciclo de control: Cada energía controla a otra con su propio esfuerzo:




Estas maneras de relacionarse son las que indican la fortaleza o debilidad de cada tipo de energía en un lugar y su estado de ánimo. Si una energía está alimentada se siente contenta y valerosa, si está debilitada, se siente apocada. Si la energía está controlada se siente molesta y coaccionada, por lo que, en cuanto puede, muestra su rabia. Pero si es la que controla se muestra déspota y tirana, aunque cansada e irritada por  tener que mantener el control.

Según estos estados se entenderá la validez de esas energías y sus efectos sobre los lugares en los que se encuentren y sus moradores.


domingo, 1 de marzo de 2015

Los cinco elementos



En la tradición metafísica heredada del ámbito cultural mediterráneo, procedente de las más ancestrales culturas del entorno Índico, se utilizan cuatro elementos o formas de manifestación del universo: El Fuego, la Tierra, el Agua y el Aire. Con ellos se encuentra explicación a todo lo existente y todo ello se clasifica según las características de alguno de estos elementos. La baraja, con sus cuatro “palos”, es una representación metafórica del Universo analizado desde ese esquema.


Sin embargo, en la metafísica China se utilizan cinco elementos para identificar las diferentes formas en las que se manifiesta el Universo y lo que en él existe. Son cinco formas básicas de reconocer los diferentes tipos de Qi o energía (según el concepto ya expresado de éste término). Estos cinco elementos son: El Fuego, la Tierra, el Metal, el Agua y la Madera. A esos elementos se les asignan unos atributos, relacionados con la forma en la que ese elemento se reconoce. Además se les asignan unas formas y colores, cuya vibración y efecto también se vinculan con ese tipo de energía.


El Fuego expresa la energía expansiva. Está asociada al color rojo y todos sus derivados y a las formas apuntadas hacia arriba, como los triángulos y pirámides, al igual que las llamas se concentran en su extremo superior desde una base más extendida. También le corresponden formas expansivas, radiales,...Está asociado a lo radiante y caliente. Además se vincula con la fama (radiante) y con la expresión de las emociones. Se asocia con el sur y el verano.


Espíritu expansivo del fuego     


Ópera de Sydney, Australia (Jørn Utzon)




Pirámides de Egipto 


La Tierra representa la energía contraria, centrípeta, concentrada, que acumula y conserva. Se representa por las formas cuadradas o cúbicas, perfectamente asentadas. Los colores que la representan son los marrones, amarillos y todos los derivados terrosos. Representa el sosiego, la serenidad y la concentración. Se asocia con el concepto de centro y con el principio del otoño y el final del invierno.
  

Torre Malpica en Zamudio, Vizcaya


Caja General de Ahorros, Granada (A. Campo Baeza)      
       

Termas de Vals, Suiza (Peter Zumthor)

El Metal es una energía que avanza pero a la vez gira en torno a ese eje de avance, en un movimiento espiral, como un helicoide. Es una energía que se dirige enfocada hacia un punto, con determinación y concentración en ese objetivo, por eso se relaciona con el éxito profesional o deportivo. Está asociado a esas formas espirales, pero también a las formas circulares y esféricas. Además se asocia al color blanco, los colores metalizados (dorados y plateados) y los tonos grises más claros. Se vincula con el oeste y el otoño




Desplazamiento dirigido en espiral



Museo Guggenheim de Nueva York con formas de metal



Forma de metal



Geodé, París (Gerard Chamaillou)


  
Proyecto del cenotafio de I. Newton (E. Louis Boullé)


El Agua es una energía que fluye suavemente de forma sinuosa y ondulante, descendiendo, como un arroyo. Es una energía que se adapta al lugar en el que se encuentra y aunque es suave también puede ser destructiva (como un Sutnami). El agua no tiene forma propia, porque se adapta a la de su contenedor, pero se asocia a las formas ondulantes. Igualmente se asocia al color negro de las profundidades del océano y a todos los colores azules. Se relaciona con el amor, el romance y los sentimientos, la sabiduría, las actitudes liberales y el éxito académico. Se vincula con el norte y el invierno.


  Bodega Ysios en Laguardia, Álava    (S. Calatrava)


La Pedrera en Barcelona (A. Gaudí)


Teatro de Niteroi en Rio de Janeiro (O. Niemeyer)


Palacio de Alvorada, Brasilia (Oscar Niemeyer)


La Madera se expresa en el crecimiento hacia arriba, al igual que un árbol. Representa el esfuerzo y la ambición por crecer, y se asocia a ese carácter ambicioso que no cesa en su empeño por estar siempre más alto. Se relaciona con las formas verticales y todo lo que sube o asciende.

Se representa en los verdes de cualquier tipo. Se asocia con el este y la primavera.


Rascacielos Seagram, Nueva York
           (Mies Van der Rohe)           


Rascacielos BBVA, Madrid
(F. Sáenz de Oiza)

Pero en general lo que nos rodea no suele mostrar formas puras, si no que se presentan de manera compleja, combinando varias de las formas de los elementos. Una pirámide de color verde será fuego por su forma, pero madera por su color. Una esfera de color rojo, es metal por su forma, pero fuego por su color. Un campanario de iglesia es madera en su torre y fuego en su cubierta piramidal,...
Formas de tierra, fuego, madera y metal

Formas de madera y fuego

Villa Rotonda, Italia (A. Palladio) 


Campanario de San Marcos, Venecia


   Madera y metal          


Columna de Trajano (Roma)

Madera y fuego           

Obelisco (Washington)
              

En general, los edificios modernos contienen formas asociadas a diferentes elementos.


Casa Rotonda, Italia (Mario Botta)
tierra y metal (un poco de fuego)    

 
    
 Torres Blancas, Madrid (F. Sáenz de Oiza)  
madera  y metal


Museo Paula Rego, Cascais (E. Soto de Moura)
Fuego y tierra

En el museo Guggenheim de la ciudad de Bilbao, en España, las formas son expansivas (fuego) y ondulantes (agua), el color es metal y los edificios de oficinas son cúbicos y de piedra beige (tierra). Además hay torres y columnas que ascienden como la madera.

  





 Museo Guggenheim, Bilbao (Frank Gery)




lunes, 23 de febrero de 2015

El Yin y el Yang


En el origen de esta disciplina está el concepto del equilibrio dinámico y cíclico entre el Yin y el Yang.

Es bastante conocido ese símbolo de un círculo que parece una pecera en la que están apretados dos pececillos, uno negro con un ojo blanco y otro blanco con un ojo negro. Ambos son el Yin y el Yang y su representación indica un dinámico tránsito del uno al otro, desde un inicio, en el que uno de ellos va ocupando espacio poco a poco, quitándoselo al otro, hasta su plenitud. El “ojo” del color opuesto indica que dentro de cada uno de ellos está el germen del opuesto. Este cambio de uno en otro es cíclico y en su representación no influye cual esté arriba o abajo. Este es el concepto del Tao, o imagen del universo.



El TAI JI es la relación, en equilibrio dinámico, cíclica y continua entre el YIN y el YANG
                           




El Yin y el Yang muestran los polos opuestos de la energía entendida como Qi, que engloba también la materia. El Yin hace referencia a lo pasivo, lo frío, lo oscuro, femenino, húmedo, silencioso…, mientras que el Yang se refiere a lo activo, lo cálido, lo luminoso, masculino, seco, bullicioso,… Nada es totalmente Yin o totalmente Yang, todo está formado por parte de ambos.

Una pared que tiene su cara enfrentada al sol, en ese lado será yang, sin embargo su parte trasera, en sombra, será yin, pero sigue siendo la misma pared. Igualmente un edificio frente a un espacio muy activo tiene en ese frente su lado Yang, pero su parte trasera, más tranquila, es su lado yin.

Una persona en su actividad y vida social se muestra de modo Yang, pero en sus emociones y sentimientos interiores encierra su lado Yin.

El día es Yang, la noche es Yin, pero un bar de copas por la noche sigue siendo Yang y un rincón de tranquilidad durante el día será Yin.

El invierno es más Yin que el verano. El hombre fuerte y vigoroso es mas Yin que la mujer sensible y delicada, pero una señora con carácter será más Yang que su esposo si este es apocado y servicial.

Esta visión cíclica y dinámica de los opuestos inicia un proceso de relación entre ambos que se esquematiza mediante Yaos o líneas. El Qi yin se representa mediante una línea de doble trazo y el Qi Yang mediante línea de un solo trazo. Si se combinan aparecen cuatro posibles relaciones, desde la más Yin a la más Yang. Son relaciones del Cielo (Yao superior) y la Tierra (Yao inferior).



El YIN es lo oscuro y pasivo, frio y receptivo, es femenino. Lo representa el YAO (trazo) discontinuo


El YANG es lo luminosos y activo, cálido y expansivo, es masculino. Lo representa el YAO continuo

El Qi es la energía que se genera en el proceso cíclico de transformación del Yang al Yin y viceversa


Pero lo que interesa es como afectan al hombre esos Qi del Cielo y de la Tierra. Por ello, aparece un tercer Yao, en medio de los otros dos, que representa a ese Qi del Hombre. Ese conjunto de tres Yaos se denomina Trigrama y hay tantos Trigramas como formas de combinar esos dos Yaos (Yin y Yang) en grupos de tres. El total resulta ser de ocho trigramas, desde el más Yang (todos los Yaos Yang), hasta el más Yin (todos los Yaos Yin).
Siguiendo con el lenguaje metafórico, estos trigramas se ordenan numéricamente y se relacionan con los diferentes miembros de una familia, entendida según esa tradición China. El padre  es el más Yang y la madre el mas Yin, el resto se identifica según la posición que ocupa el Yao que indica el sexo del trigrama, es decir, si el Yao Yin (femenino) está más abajo y los otros son Yang, se trata de la hija mayor, puesto que el orden va de abajo hacia arriba. Si ese Yao está en medio será la hija mediana y si está arriba, es la hija pequeña. Con el Yao Yang (masculino) pasa lo mismo. Si está abajo es el hijo mayor, si está en medio se trata del mediano y si está arriba es el pequeño.

Hay que entender que la hija mayor era en realidad la esposa del hijo mayor, que en la antigüedad pasaba a formar parte de la casa de su marido y servía en ella. El hijo mayor asumía toda la responsabilidad del trabajo, los hijos medianos colaboraban, pero también se divertían, descargados de esa responsabilidad, y los hijos pequeños debían dedicarse a estudiar.


Esta relación familiar también expresa las diferentes facetas de actividad, carácter y capacidad de cada trigrama. Además, la posición hace referencia al lugar del cuerpo que indican y sus órganos (zona inferior, media o superior). Todo ello se desarrollará más adelante en el análisis y descripción de los diferentes trigramas.