Voy a iniciar una serie de artículos tomados parcialmente
del libro Feng Shui para Arquitectos y Diseñadores de Espacios, con los que me
gustaría introducir algunos conceptos básicos de la Metafísica China. A partir
de esos conceptos iré desarrollando otros artículos para el conocimiento del
Feng Shui y para la lectura de rostros.
Antes de ello empezaré por situar el origen de todo ello en
estos primeros artículos introductorios. Hoy comienzo hablando de las diferentes escuelas iniciales de Feng Shui.
El Feng Shui es una ciencia empírica, basada en el análisis de miles de años de observación de las reacciones, más o menos complejas, de causas y efectos, de la relación del Hombre con su entorno. Durante ese largo periodo de análisis se produjo, además, un proceso de profundización intelectual hasta llegar a lo que ahora se entiende por tal ciencia.
Dada la extensión geográfica del
lugar del que proviene, el imperio Chino, que ya entonces tenía una gran
dimensión, la observación de los efectos se produjo de formas diferentes en
función de la geografía y de sus accidentes.
En las zonas montañosas seguidas
de valles que eran cruzados por ríos, se hicieron observaciones que tenían
relación con esos elementos, que se utilizaban para la ubicación de las
construcciones, situándolas según los efectos de las crecidas de los ríos, la
protección de las montañas de los vientos fríos del norte, etc… Sin embargo, en
las zonas menos accidentadas y sin referentes geográficos importantes, los
cielos más limpios permitieron el desarrollo de la observación de los planetas
y estrellas, alcanzando el conocimiento de sus ciclos y su influencia sobre la
tierra y las personas. Ambas escuelas confluyeron en la ciencia actual. Ambas
proceden de la observación de un concepto fundamental de la Metafísica China:
el proceso cíclico de los cambios en la naturaleza, en el cielo y en la vida
del Hombre y lo que le rodea.
Mediante las observaciones
directas del entorno y sus efectos se desarrolló la denominada escuela de las Formas,
que se basa en el posicionamiento de los elementos respecto a la persona o
construcción.
Escuela de las formas
Escuela de la brújula
Antiguamente se percibió el
cambio cíclico de los acontecimientos y sus efectos. La escuela de la Brújula está
basada en esos ciclos en los que las energías se repiten.
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